El primer ministro canadienses, Justin Trudeau, hace cumplir la ley que exige la vacunación obligatoria a los trabajadores federales, precedente que se empieza a extender al sector privado y que puede repercutir en el despido de miles de trabajadores.
Los empresarios canadienses han comenzado a prescindir de empleados que no presentan un certificado de vacunación contra el Covid pese a la escasez de mano de obra, bien mediante un despido o concediendo excedencias sin empleo y sueldo.

Lo anterior, luego de que el gobierno canadiense estableciera el 30 de octubre como último día para que funcionarios, así como los viajeros, ya sea para abordar un avión, un tres o embarcaciones, tengan que haber sido inoculados antes de finales de mes.
El gobierno busca incrementar la tasa de vacunación, por lo que los funcionarios tendrán que recibir la inmunización o estarán obligados a peder una exención médica.
Los empleados no vacunados se les impedirá acudir a su sueldo de trabajo y quedarán bajo una licencia administrativa que incluirá la congelación de su salario.