La alcaldía de Río de Janeiro, una de las ciudades más golpeadas por la pandemia provocada por el COVID-19, ha decidido que la final de la Copa América, que se disputará entre Brasil y Argentina en el Estadio Maracaná, abra sus puertas para recibir al público hasta el 10% de su capacidad.
Esta decisión se tomó “considerando que la entidad organizadora presentó protocolos de operación y acreditación, adoptando mecanismos para proteger la salud de los involucrados, utilizando herramientas adecuadas para la prevención del contagio y la propagación del COVID-19”, dijo la autoridad en el diario oficial este viernes.
El legendario Maracaná podrá recibir hasta el 10 por ciento de su capacidad máxima, de 78 mil personas, “en cada sector del estadio”, agrega el comunicado oficial.
Los asistentes deberán presentar una prueba de antígenos o PCR con resultados negativo para COVID-19 tomada hasta 48 horas antes del silbato inicial y deberán cumplir con las medidas de distanciamiento dentro del inmueble, según la publicación.
Cabe recordar que la Final de la Copa América, entre Neymar y Messi (Brasil y Argentina) se llevará a cabo este sábado 10 de julio a las 19:00 horas (CDMX).