Como presidente municipal, Carlos Enrique, hermano de Carmen Lilia, hoy prófugo de la justicia por peculado y asociación delictuosa, tiene una amplia historia de sobornos y corrupción con el programa de obra pública, que va desde el “diezmo” que tenían que pagar constructores, hasta regalos millonarios en sus cumpleaños.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas le sigue los pasos al hermano de Carmen Lilia, hoy candidata a la presidencia municipal por Morena, acusado además de facturar con “empresas fantasmas” por un monto de 280 millones de pesos; además la Interpol liberó una ficha roja en la que lo acusa de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Como alcalde, el hermano de Carmen Lilia operaba los sobornos con los constructores a través de Eduardo “Wayo” Pérez Sansores, quien fue gerente comercial de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa).
En sus cumpleaños el hermano corrupto de Carmen Lilia llegó a pedir regalos a los constructores, entre ellos un auto Camaro gris, un reloj Rolex Cosmograph Daytona Ice Blue, con un valor de más de 123 mil dolares y un Reloj Audemars Piguet con valor de 148 mil dolares.
Cabe destacar que durante la administración municipal, se ejerció un programa de obra pública al que se destinaron alrededor de mil millones de pesos, de los cuales el “Wayo” se encargaba de recolectar el “diezmo” una vez que se pagaban las obras a los constructores.

Era tanta la presión por el manejo de los sobornos, que el operador terminó sufriendo ataques de ansiedad y nervios, por lo que tomaba gotas de tafil a cada rato.
Es tan solo una parte de la historia de corrupción que envuelve a Carlos, hermano prófugo de Carmen Lilia, quien ahora cínicamente pide el voto ciudadano bajo las siglas de Morena y tiene como lema de campaña “los corruptos ya se van”.
