Por incongruente, oportunista y “chapulina”, Carmen Lilia ha pasado de ser una panista de corazón -donde tuvo diversos cargos públicos-, a un perfil rechazado y repudiado por líderes y militantes de Morena, en su ambición por ser la presidenta municipal de Nuevo Laredo.
Tras varios de años de presumir su cercanía con el Partido Acción Nacional (PAN), donde le dieron la oportunidad de ejercer cargos públicos, mismos que aprovechó para enriquecerse ilícitamente en lugar de servir a la ciudadanía, Carmen Lilia ahora pretendió ser aceptada en Morena, pero sólo recibió rechazo y repudio en este partido.
En redes sociales ha surgido una campaña que invita a los neolaredenses: «No te dejes engañar por Carmen Lilia», «Abran los ojos, ya no se dejen engañar», señalando que fue regidora panista y ahora finge ser morenista.
Los líderes de Morena, que públicamente han renunciado al partido en repudio a la candidatura de Carmen Lilia, afirman que se trata de una persona incongruente, alejada de los principios del Movimiento de Regeneración Nacional: no mentir, no robar, porque eso es precisamente lo ella ha hecho en la política.
La candidata a la presidencia municipal ha tenido una semana desastrosa, pues fue denunciada por sus millonarias residencias en Laredo, Texas, departamentos en diversos puntos de la ciudad, sus nexos con el crimen organizado, la vacuna que se fue a aplicar en Estados Unidos y el rechazo de los liderazgos y militantes en Morena.
Aunado a esto, la campaña en redes es incisiva, resalta que ahora que quiere ser alcaldesa por Morena critica al gobierno municipal y estatal cuando desde el PAN era parte de ellos. «Quiere esconder su pasado panista tratando de engañar al pueblo y a los morenistas», reitera.
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