En Puebla, comerciantes y restauranteros exigen al gobierno la reapertura inmediata de sus comercios, incluso emplazaron al 27 de julio como fecha límite para mantenerse cerrados y advirtieron que abrirán, con o sin permiso. Pero la experiencia nacional no es nada alentadora pues dicta que abrir sólo generará más pérdidas e incluso podría, ahora sí, orillarlos al cierre definitivo.
En entrevista para medios nacionales, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Fernández Alonso declaró que antes de reabrir los restaurantes habían estimado un panorama alentador; sin embargo, hoy confirma que la situación ha empeorado y que es la peor crisis de la historia, a tal grado que podría llevar a la quiebra al 25% de restaurantes de todo el país.
El resultado ha sido muy muy malo, estamos máximo en un 25% de las ventas comparativas del año anterior, eso significa que estamos perdiendo cada vez que se abren los negocios (…) Esto ha superado todas las expectativas, realmente habíamos previsto un escenario no tan catastrófico”.
Dijo que los restaurantes no tienen la afluencia esperada pues la gente sigue teniendo miedo del contagio, además de que tienen medidas muy restrictivas que “espantan” a los clientes y dan la sensación de que el peligro es muy alto.
Explicó también que mucha gente decidió mantenerse dentro del gremio, y ahora que abrió se dieron cuenta que lo hicieron en medio de la adversidad y con una afluencia muy baja, por lo que dicha afectación los está llevando a una “muerte lenta”.
Fernández Alonso dijo que los ingresos son máximo del 20% con respecto al año anterior, lo que hace insostenible el negocio.
Apretamos demasiado la reglamentación y lo que está sucediendo es que nos estamos ahogando”.
Francisco Fernández comentó que el 25% de los restauranteros no podrá salir adelante, ya que, al mantenerse cerrados por 100 días al inicio de la pandemia, se acabaron sus recursos de dinero, y a la hora de reabrir la mayoría está operando con los ahorros de los dueños, préstamos y muchos pidieron dinero de sus familias, amigos y socios, pero no recibieron la respuesta que esperaban por parte de los clientes.
Voy a decir algo que me da mucha pena, si hubiera sabido lo que iba a pasar, yo les hubiera recomendado a los afiliados `saben qué, cierren y nos vemos después´, ya después protegemos el restaurante. Desgraciadamente no lo vimos tal vez por ese sentimiento de mantenerlos vivos”.
No solo el miedo de la gente a contagiarse ha provocado que los restaurantes no obtengan las ganancias esperadas. En el país se han perdido ya más de un millón 200 mil empleos formales y en Puebla 41 mil.
Mientras tanto, el 15 de julio, la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) y la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), se lanzaron contra los gobiernos estatal y municipal pues reprocharon que aún no haya fecha para el reinicio de actividades y, mientras tanto, los empresarios se quedan sin recursos.
Y un día después, grupos sindicales y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Puebla, pidieron al gobierno del estado dar inicio con la reactivación paulatina de la actividad económica no esencial e implementar un “Salario Solidario”.
Con información de Periódico Central